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El Artista Claudio Duran nació el 25 de Octubre de 1970 en Argentina, su niñez la transitó en la localidad de El Palomar provincia de Buenos Aires. Sus primeros estudios de imagen y dibujo lo comenzaron a acercar al mundo del Arte. Sus primeros talleres de pintura los realizó en academias privadas en Buenos Aires en Estudio de arte Belén Dezzi y los talleres de pintura contemporánea de Malvina Pomar.

Sus grandes innovaciones le permitieron poder presentar sus obras en galerías de la provincia de Córdoba, Catamarca y también en el gran buenos aires. Luego incursionó en la Escuela de Arte dramático de la ciudad autónoma de Buenos aires, recibiéndose de Director teatral y Puesta en escena. Sus estudios fueron perfeccionándose hasta adquirir el titulo docente en artes y lenguajes artísticos, así conformando una fusión en la Historia del Arte Universal y política de los estados.

El Arte dramático lo impulsó a realizar una investigación acerca de cómo es la evolución del arte contemporáneo, incurriendo en lo dramático sensorial. Esta investigación logra incorporar la pintura dramatizada colando nuevas estéticas que resulten de la improvisación, así como las nuevas tendencias teatrales.

En sus primeras etapas de pintor, trabajó con paisajes de la naturaleza viviente, logrando fusionar la luz con los colores inertes, su segunda etapa comenzó a pintar esos mismos colores inertes de la naturaleza pero transformándolo en abstracto. Seguido de esta línea estética se proyectó a un trabajo abstracto geométrico,  conformando una línea transformadora de color y dimensión.

Sus obras fueron presentadas en los últimos años en la galería Carla Rey arte contemporáneo y el centro cultural Recoleta en la Ciudad autónoma de Buenos Aires.

“Mención de Arte”

El Arte está hecho para ser contemplado, y para ello hay que compartir lo que uno hace, siente…

Es la manifestación del “Mundo Interno”, un poder divino que escapa a la razón y va de la mano del Corazón.

Ella se conecta con el Arte, puede sentirlo con todo su Ser, ama lo que hace, aprende a mirar más allá de las estructuras.

Es un sentir inexplicable, se puede expresar, pero no son muchos los que logran entender y apreciar, aunque muchas veces solo hay que sentir.

Se deja fluir tras una pincelada, tras un  sombreado a lápiz… le encantaría estar allí, dentro de una pintura, de un dibujo, de una escultura…

Logra sentirse así cuando la “conexión” dada con  sus Manos, Pincel, Lápiz… Soporte, Mente, Cuerpo, Espíritu y Corazón es “plena”, cuando estos últimos cuatro elementos están en Armonía.

Simplemente “La Vida es Arte” y es allí donde la Humildad debe estar siempre presente. Claudio Duran